jueves, 23 de abril de 2009

DESPERTARES

Son fugaces los instantes
nacidos de un aroma
de un recuerdo
de un beso
del recuerdo de un beso.
Sin más llegan y te abrazan
te atraviesan la carne
refuerzan los sentidos
te recuerdan quién eres
hacen parar los relojes
hacen helar la rutina
brotar juventud de los dedos.

En ese equilibrio entre la vida y la muerte
no me importaría morir
de tanta vida.


Maribel G. Salmerón

jueves, 16 de abril de 2009

MIRANDO CUENCA

(de mi futuro libro "Textos para la tortura")

Eras ese algo extraño, irritante, ahí en la calle,
tan armoniosa frente a un cristal cualquiera,
quisieras haberte visto cuando brotó el veneno,
pero no fue posible porque nació la sonrisa ante tu reflejo.

Momento de violencia, jueves santo, vino,
disfrutando el rumor de la sangre enajenada
como el nacimiento de un río entre montañas,
llenas de eco.
Casi sorda.

Breves personas que no quieren mirarte, tan cansadas,
y tienes que salirte a aguantar el frío:
novecientos metros de altitud y un grado
se te meten por la nariz al cerebro, te tersan la cara.

Por fin comprendes que la vida te está provocando,
la vida te da por culo, mirando Cuenca,
para que aprendas a quién te cuentas.

El aire a cero grados sabe a cerezas,
el ruido del hablar castellano corta las penas
y te trae agujas olorosas de pino viejo.

Quién lo hubiera pensado el domingo de ramos,
que podrías vivir sin pedir perdón, sin explicarte,
llena la cabeza de números de teléfono por marcar.

Volverás a caer y no te importa,
sólo seguir respirando ese frío, anticiparte a la nieve,
que caerá también sobre ti ese viernes,
sobre tu coche.
Casi muda.

miércoles, 15 de abril de 2009

Ahora que estás tan perro

Ahora que estás tan perro
busca el verbo que ladre
y desentierra el hueso;
peina tu corazón dormido
con un cuchillo amable
y entrégate sin nombre
al color de mi agua.

Felipe Bollaín.

Nota: qué Martes más pacífico y fructífero para el alma. Gracias a todos. Me faltó leer este poema. Aquí os lo dejo. A ver si esto se animaaaaaaaaaaaaaa.......

Si te vienes a vivir conmigo

Oye, si te vienes a vivir conmigo
¿Te importaría hacer acopio
de una lista que tengo preparada?
¿Podrías traer a casa, por favor,
una bolsa de truenos recién hechos,
un cartucho de nubes verticales
y una caja de abrazos de emergencia?
Y si aún te sobra espacio en tu Toyota,
mete también un tiesto de verdades,
un racimo de rocas cariñosas,
varias latas de tiempo en tu costado
y una inmensa pizca de amor fuera de oferta.
Yo por mi parte seguiré escribiendo en tu mano.

Felipe Bollaín