jueves, 28 de mayo de 2009

te digo para verme

tu extaño deambular
mi corazón escondido en la sombra
y una tristeza dolida de tacto
que llegó a austarme
cuando andaba distraida en los quehaceres diarios.
Entonces
tus ojos me ofrecen el relámpago
como forma de caricia.
¿llegaste o te hice?
difícil reconocer quién es el artífice
el dueño de lo que ocurre,
difícil aceotar que mis brazos
los mueven los sin-brazos de otros,
difícil la vida, difícil.
Yo siempre me dejo
sólo las dudas, los sueños y el deseo
los reconozco como propios,
anidan en una guarida perezosa
que hiere los túneles de mis secretos.
Tu extraño deambular
tropezando con mi ser
pidiendo disculpas
estar sin estar
¿dónde comienza todo?
Lucía

miércoles, 27 de mayo de 2009

EL LUGAR O EL DURAR

I
Soy una gata perra callejera,
me gusta olisquear, pasear y disfrutar de lo que me dan los demás.
No tengo lugar ni sitio donde descansar.
Solo tengo afán por disfrutar del camino al andar,
ese es mi durar ese es mi lugar.

II
Por los Cerros de Úbeda me volví a perder me volví a encontrar.
A pesar de tantos años por sus calles solo pronunciar su nombre me arranca la esperanza de esos instantes.
Una plaza sin coches,
Lunas blancas, aires fríos de la sierra cortaba nuestra cara cuando chillabas
Abuelos encarcelados con rejas de paja
Churros con besos, cocinas heladas,
Amores eternos, vinos y cañas.
Juraste que te marcharías con los pies por delante
nunca fue tan cierto ese juramento.
Y tú aguantaste y luchaste como siempre y luchaste como antes.
La amistad sin medida me sigue uniendo a una tierra que siento mía.
Porque entre espíritus de mis ancestros, vivos y muertos.
siento como en este lugar me quedaría algo más de lo que acostumbro.

Nieves Martos

IZQUIERDO

No se ponerme en tu lugar,
me asomo al espejo buscando mi lado izquierdo y me lamento
siento que derrocharas tantos años intentando doblar mi alma y lloraste y lloré
siento no tener paciencia, tu aire me envuelve y me turba,
te miro y encuentro en tu cara la imagen del niño perdido que espera jugar eternamente
pero que presiente, que el reloj ha cogido velocidad
y sigue sin encontrar su lugar más allá del país de Nunca Jamás.
Siento no evitar besarte, tocarte, abrazarte, ocuparte y avasallarte.
Siento no ser tan fuerte para disimilar que me dueles,
que me canso de ser mujer de tanta guerra fría,
de buscar en ti la respuesta a la pregunta que nunca formulé.
Siento tu miedo pero no lo comprendo, entre tanta pasión no hay hueco.
Siento la emoción de tu calor pero no tu sabor ni tu olor.
Por sentir, solo siento soledad.
Y vuelvo al espejo y busco mi lado izquierdo.

Nieves Martos

ABECEDARIO SUGERENTE DE VERBOS VERANIEGOS

A brazarse en las noches y en los amaneceres

B esarse tanta veces como soles alumbren

C ogerse de la mano cuando haya luna llena

D edicarse al paseo, al sueño, a la galbana

E nsimismarse juntos viendo pasar las horas

F recuentar las tabernas y el cine de verano

G uisar comidas frescas :gazpachos, picadillos

H acer, lento, sin prisas, el amor en la siesta

I nventar cada día palabras veraniegas

J ugar como los niños en el sol, en la playa

K no hay verbos con la k, hacer lo que se kiera

L eer plácidamente tumbados en los parques

Ll evar unos jazmines prendidos en el alma

M irar las noches largas, su oscuridad tan bella

N adar en el sudor del cuerpo del amante

Ñ otra letra sin verbos, pueden hacer ñoñerias

O lvidarse las prisas, arrastrar los zapatos

P asearse suave, por la piel del amado

Q uererse, mucho ,mucho; quererse sin hartura

R eírse del calor, del sudor y de todo

S aborear cervezas servidas muy fresquitas

T rabajar lo justito para no sudar mucho

U ntar de mermelada la boca que nos gusta

V ivir todo el verano como si fuera el último

X, otra letra sin verbos: practiquen más el sexo

Y acer, yuxtaponer, los cuerpos deseosos

Z anganear, zozobrar en los brazos de alguien


Inmaculada Solís Mora Sevilla, 21 de Mayo de 2009

Palomita con gafas

ONE SONG

Si los años dan sabiduría
yo sólo sé tu cuerpo
arsenal infinito donde quemo
la pólvora de mis dias.
Fuente de vida
eres música y yo letra
en el pentagrama desnudo de mis poemas inconclusos.
Labrador.
Toma mis cicatrices y úntalas de arcilla.
Sabes a norte, a mar y a canela.
Amor sin dudas,
compañero,
No tengas miedo: ven a conocerte en mis brazos
Que yo resistiré el viento en el camino.

Maribel G. Salmerón

martes, 26 de mayo de 2009

Sin título

Tú me has traído a este campo de voces,
me has tendido tus brazos como alas
y has trazado este mapa intuitivo
de percepción simbólica.
No sé si definirte como una lluvia viva
o si dejar que el tiempo te crezca como un árbol
entregado al asombro de proponer la noche,
de salirse de sí para deleite nuestro.
¿Por qué no sé decirte que el amor es un bosque?


Felipe Bollaín.

lunes, 25 de mayo de 2009

sin titulo

Sería fácil
acostumbrarme a esta figura
que me acompaña,
porque es figura y no presencia;
el peso es otra cosa:
lo soterrado debajo del aire hecho al espacio,
lo que no gravita
es lo extraño de la raiz.
Sería fácil
acostumbrarse al hábito de tener compañía, chaarlas de almuerzo,
calor en la cama, vacaciones y familia,
pero el mundo se dio la vuelta
mientras yo me desnudaba frente al espejo,
descubrí mis huesos descarnados
y mi mirada hueca;
variaciones de muerte
que se visten de norma y de costumbre.

Lucía Ruiz

sábado, 23 de mayo de 2009

La Sevilla

Sevilla es una bruja.

En Sevilla
son los gatos
quienes cantan
la huida de la noche
y observan quietos
y atentos cuanto ocurre
como príncipes clandestinos.

Borja.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Soy una mujer adulta
y una niña cuando mi padre me coge de la mano.
Soy la cuerda de la guitarra fiera
y de la serena.
Soy el dia después de un largo llanto.
Soy todos los cuellos que quieres besar.
Soy la condena del soñador,
del borracho, su desengaño.
Soy de verdad.
Soy el primer beso y el último.
Soy la almohada de todos los sueños.
Soy de cal, de ceniza,
de aceite y de agua.
Soy una gata adiestrada.
Soy el camino por recorrer y
la piedra gastada.
Soy playa.
Soy un puzle que no encaja.
Soy el momento oportuno desaprovechado.
Soy la tristeza del verso no leido.
Soy el sueño de la gata salvaje,
del momento aprovechado,
del libro con final feliz,
del libro sin final.
Soy la sombra de la muerte
persiguiéndome a bocados.

Maribel G. Salmerón
Soy todo lo que tengo
y lo que he perdido,
lo que he sido en otras vidas como ésta
y todo lo que no he llegado a ser.

Lleno mis estantes con libros que aún no he leído y
buenas intenciones,
con fotos que ordenan recuerdos cada día más lejanos,
canciones que recuerdan miradas que no volverán.

Pero miro a mi alrededor.
Tu rutina me abraza y reconforta
mi padre me habla por teléfono y ríe
mi madre huele a comida recién hecha
mi gato ronronea y duerme a mi lado.

Y no necesito más
de lo que he sido ni he soñado ser.

Maribel G. Salmerón

miércoles, 13 de mayo de 2009

Torear a Sevilla / Fábrica de ladridos

HAY QUE TOREAR A SEVILLA

Le sobra mucho miedo
para ser una bestia.
Le falta mucho negro.
Creo que hay que torearla
como si fuera un toro
para que no le duela.

Desilusión de sangre.
Quiero saber mucho más
de lo que me ha enseñado.
En todas las ciudades
me ocurre lo mismo:
si no hay luz
si no hay árboles
si no hay gorriones
si no hay gente…
me estoy muriendo.
Sevilla es como un padre
autoritario y orgulloso,
como una madre
condescendiente y guapa
pero ante todo es huérfana
de ciudades.

Sevilla es mucho más que mi rabia pero mi rabia es Sevilla.

Vivimos como la mosca
que gravita el encierro.
Visitamos tristezas de paisaje
que saben a cristal olvidado.
Vivimos como la mosca
que cruza el campo de batalla
en busca del azúcar,
nos relamemos las mentiras pegajosas,
la miel podrida de todos los planetas,
hasta que llega el día y esa mano
-la que tanto se alzó para apoyarnos-
ahora se tambalea, se arrepiente,
se retuerce, se derrumba y nos aplasta.



FÁBRICA DE LADRIDOS

¿Aquí, en Sevilla,
quién construye sus casas con ladridos?
¿Quién visita su orgullo de mansión solitaria?
¿Quién camina por calles de denuncia?
¿Quién desvirga belleza sin ser visto?
¿Quién trabaja de estrella a estrella en su gazpacho?
¿Quién escupe la sangre que se traga?
¿Quién decapita capirotes de miedo?
¿Quién habita su olor a desamparo?
¿Quién llora en sus carnavales?
¿Quién destroza sus perchas?
¿Quién va al suelo conmigo?
¿Quién pone en duda lo que siempre fue injusto?
¿Quién inventa ventanas?
¿Quién me duerme la siesta?
¿Quién me arrima los versos?
¿Quién me invita a una fiesta?
¿Quién me saca de aquí?


Dos poemas de Felipe Bollaín.

SOY BLANCA

Soy una comunidad de vecinos
Soy un cuenco de agua con sabor a cobre
Soy un láser para tallar diamantes
Soy la espuma en la boca del animal agotado
Soy una goma de borrar manchada
Soy el reverso de la clave de sol, y me acuesto en mi pentagrama
Soy una ninfa descarada y sin deudas

A veces mi propio ser amado se me desborda
y apenas puedo alcanzar mi casa,
buscar un papel blanco para doblar,
hacer una cajita y ahí volcarlo.
Taparla con rapidez mirando a todas partes.
Cuando llego, ya se ha desperdigado
y todo son dudas,
y estoy cubierta de rosas blancas y fragantes.

Carmen

EL AHORA SIGUE BRILLANDO

Cómo me cuesta salir del baño,
abandonar el albornoz
y contarte mis momentos de paradas pacíficas,
de delicadezas envolventes,
de tonos en que los colores parecían subir y bajar del cielo,
de vivencias que han pasado por el tiempo sin cambiar su frescor y su tibieza.

Recuerdo aquel mar y sus aguas verdes,
mi miedo tiritando,
sus cosquillas que me abrieron los sentidos,
su balanceo amoroso,
sus palacios de coral,
mi cuerpo se mecía emocionado en columpios de colores,
que tejían algas y peces
entre ritmos de Oriente.

Recuerdo a mis hijos bailando, sus luminosos ojos de tierra y cielo,
sus miradas cargadas de nuevos soles
y mi corazón en la garganta, queriendo salir de su envoltura.

Recuerdo una feria de abril:
comida deliciosa
amigos dulces
farolillos y lunares que bailan al compás,
sentidos aletargados que susurran amor,
la música respira en mis poros.

Gracias a ti he sacado del armario estos momentos
que a partir de ahora los pondré en la pizarra de mi cocina
para que la ilumine cuando el sol esté ausente.

Paqui Manfredi

POEMA DE LA MÍO SEVILLA

Qué hermosa ciudad sevilla,
y más sin los sevillanos;
sin los aduladores melífluos
del incienso y de la mirra,
sin trovadores de la Giralda,
de los Cristos y las Vírgenes,
sin barroco y sin iglesias,
sin sus grandes monumentos,
y sin sus Fiestas Mayores,
sin Rocío y sin rocieros,
sin toros y sin toreros,
sin sevillanas ni flamenquito,
sin botijo ni pandereta,
sin barrios de cartón piedra
y sin coches de caballo.
Sevilla, tú como el Cid,
qué gran ciudad que fuese
si buenos vasallos oviesse

Cecilio

miércoles, 6 de mayo de 2009

(Otro poema -sin título- a la duración)

Hay un lugar en mí
que permanece
como si yo fuera el tren
que lo persigue
cuando el lugar se mueve.

Felipe Bollaín.

La baldosa (poema a la duración)

Mi azotea.
Los hierros de debajo del Puente de Triana.
Y una roca, una roca eterna con ojos de musgo,
en un campo radiante de árboles y brisa.
La iglesia de la ventana tapiada: tiene una campana
que tañe levemente con el viento.
La casa de techo alto donde viví 6 años.
El sillón de cuero blanco que se quemó en el incendio.

¿Qué ves ahora?
Una
Hermosos
fachada
edificios industriales
naranja
teñidos de naranja
iluminada por el sol
por el sol que cae.

El trozo de aire en torno al balcón,
vía de paso de cientos de pájaros en primavera.
Un cartel de se vende con un teléfono, macetas en los balcones.
Un hospital, paneles solares, un bikini secándose.
Copas de árboles y farolas.
Persianas con secretos monótonos.
Creo que se mueve una cortina a lo lejos.

La escalera de mano que me sube a los altillos.
Un portal fresquito en una tarde de agosto.
La chimenea de campana de hierro en la casa de campo.
Todas las hogueras.
La playa que me diste cuando nos miramos aquellos 2 segundos.
El poyete frente al espigón donde llevo 30 años sentándome.
Los bares donde intenté olvidarlo todo.
El otro lado de la barra del bar
donde lo vi la primera vez, hace un año.
El primer aeropuerto, yo con el pelo corto.

Un río que corre manso cuando le dejan los cruceros de turistas.
El viento de aquel día en aquel barco que nos llevó a la exclusa.
El cuaderno de notas de Raquel Garabi,
sus gomillas del pelo, sus pulseras.
La silla en la que tuve un momento de paz,
mientras me hacías el arroz blanco,
antes de hacerme el amor rojo.
El melocotón que nos deslizó hasta el primer beso.
Las cáscaras de cacahuete donde meto los dedos.
El botón donde metes los dedos.
El pasillo de flores que me llevó a tu espalda.

El área de descanso donde comí sandía,
sentada en una caja, con los pies colgando.
El puesto del mercado donde hablé con un
pulpo, que me pidió un abrazo.
Donde paré el coche más adelante y
vi un paisaje quemado y verde oscuro,
el paisaje de las médulas, en León,
el paisaje de la geria, en Lanzarote,
el río Cuervo naciendo en apenas dos chorros, la nieve.

Tú y yo en mi azotea, desafiando tu líbido,
bajo los fuegos artificiales,
tu cara azul, la mía morada,
luego la tuya verde, la mía naranja
Un empujón de sangre con forma de acantilado.
Un acantilado en La Coruña con esta pintada "Galicia non é España".
El trozo de baldosa que me llevé a las manos cuando nos entró el miedo.
El árbol donde te hiciste sangre y más te quise.
La gruta donde en silencio nos cogimos de la mano.
La tienda de libros antiguos en Guildford.

Águilas reales sobre un puente colgante en el camino
de La Habana a Varadero, ¿o no eran reales?.
El parque botánico de Adelaide, en el sur de Australia.
El mercado de Madrid al que iba a comprar la ensalada.
La cima de una montaña que escalé en 7 horas.
Mi oso polar de peluche.
La boca de metro donde entendí el mundo.
La isla donde no entendí nada.

La escalera de la biblioteca donde te vi por primera vez,
aferrado a tu cuaderno.
El campo de fútbol donde apareció un toro.
La celda donde canté llorando.
Cazorla, el remanso bravío del arrojo.
San Nicolás del Puerto: una lluvia de ranas.

La sala de espera de urgencias del hospital: mi primer dolor de verdad.
El holograma de nuestras manos juntas y apretadas.
La secretaría de la facultad de periodismo de la que escapé.
El patio de la facultad de filosofía.
Una playa nudista de Fuerteventura sitiada por los complejos hoteleros.
El miedo y la baldosa, la baldosa y el miedo.

Felipe Bollaín y Carmen Puerto